domingo, 15 de julio de 2012

Historia del Celta: Capítulo 8



La década de los 30 se inicia para el Celta con un gran reto; el ascenso a Segunda División. Un privilegio que se le había negado en 1928, cuando se creó la Liga de Fútbol Profesional y a los celestes se les denegó su origen, por lo que no pudieron ser incluidos en la División de Honor. Ahora el equipo llega a la categoría de plata.


Temporada 1929/1930: desastroso debut en Segunda.


Foto Historia 23 (grande)Tras su participación en un torneo promocional, los celestes debutan en la Segunda División en Balaídos, frente al Sevilla, cosechando una derrota que sería una premonición de la desastrosa campaña que protagonizaría el Celta. Al término de la misma, el equipo vigués se clasificaría en penúltimo lugar, lo que provocó su descenso.

Esta dramática situación desembocó en la dimisión de la Junta Directiva, entonces presidida por Manuel Prieto González. A pesar de que, en un principio, la nueva directiva del Club se negaba a jugar en Tercera División, por ser prácticamente lo mismo que competir en un torneo regional, no tuvo más remedio que aceptarlo, acuciada por las necesidades económicas.

El Celta afrontaba entonces dos competiciones: la Tercera División (Grupo I) y el Campeonato Regional. 1930 fue también un año duro para los celestes por la desaparición de uno de los principales promotores del Club: Pepe Bar.
Al término de esta campaña Balaídos acoge un partido de homenaje a Ramón Polo, encuentro que se disputaba frente al Athletic de Bilbao, y en el que los vigueses vencían por 5 goles a 4.

Temporada 1930/1931: luchando por recuperar la categoría.

La temporada 1930/1931 comenzaba con grandes expectativas para los vigueses. El primer partido, en la tercera división, les enfrentó al Stadium de Avilés, al que golearon por 11-3, y a partir de ahí, casi todos los encuentros se contaron por victorias. Los celestes además jugaron un más que digno papel en el otro campeonato donde estaban presentes: se proclamaban subcampeones gallegos.

El Celta se proclama pues campeón de tercera División (Grupo I), lo que le faculta para participar en la fase de campeones y optar al ascenso a Segunda.

El torneo promocional para decidir qué equipo debía ascender a la Segunda División de la Liga dio comienzo el 28 de marzo de 1931, y el primer adversario al que tuvo que enfrentarse el Celta fue el Baracaldo, con los resultados de 0-0 y 1-1. Entonces, la Federación de Fútbol dispone que se juegue un tercer partido en campo neutral. El encuentro tendría lugar en Madrid, donde los celestes se impusieron por 3 goles a 2, en un partido de infarto, con prórroga incluida. Pero el Celta todavía tenía que superar un último obstáculo: el Recreativo de Huelva. El primer partido se disputaba en Balaídos, en el mes de abril, y el resultado fue de 4-0, mientras que el partido de vuelta se saldaba con un resultado de 3-0 a favor del equipo andaluz. Fue éste un encuentro cargado de dureza por las entradas y la acitud del Huelva, que el colegiado Pedro Escartín pasó ‘oportunamente’ por alto.

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